En un principio, el barrio Abayubá no contaba con más de cinco casas. Sus calles eran de tierra y con el correr del tiempo fueron de piedra, con tres cordones, como se pueden apreciar aún hoy en las proximidades del arroyo de Las Piedras. Habían muchos árboles de Cina Cina y Pita.
Los campos no estaban alambrados, pero la amistad y los lazos entre los vecinos, hacían posible una convivencia pacífica y familiar. Las viviendas eran de terrón, con techo de paja.
Cercano al Arroyo de Las Piedras y próximo a la actual calle Gualconda, existía un monte donde los vecinos se reunían con regularidad, los fines de semana, a conversar o a compartir una merienda, sentados bajo la sombra de los inmensos eucaliptos, respirando el aire puro del lugar y desarrollando grandes lazos de amistad.
En esa época abundaban las quintas de árboles frutales y los viñedos.
La calle principal era Caracé, que antiguamente se llamaba Zapicán.
Los primeros habitantes fueron Faustino y Ruquet Rodríguez.
Vecinos de la época fueron: Lafond, Cnel. Justo, Larrosa, Picabea.
Lo más importante del barrio en sus comienzos, fue el desembarcadero de ganado, ubicado donde actualmente se encuentra la Maltería M.O.S.A. De allí el ganado se llevaba a pie hasta la Tablada, cruzando campos.
En esa zona había una fonda, donde almorzaban los troperos y descansaban, después de varios días de arrear ganado. Había también un abrevadero para los animales y de ahí el nombre que lleva la calle, donde se encuentra la escuela.
viernes, 26 de octubre de 2007
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